Conforme el verano avanza, muchas personas aprovechan de renovar espacios y transformar el ánimo de cada ambiente de tu hogar, de intentar cosas que antes jamás habrían pensado. Ese mismo espíritu podemos llevarlo a nuestro lugar seguro, nuestro hogar, para partir el año con un estilo que cambie la energía del lugar.

Pintar las paredes es la manera más efectiva de transformar un espacio. No solo por razones estéticas, sino para arreglar algún rayón o mancha producto de accidentes caseros de los que no podemos escapar. Y qué mejor que aprovechar el buen tiempo, que permite distinguir detalles a la hora de tomar la brocha y echar una mano de pintura.

El mejor momento para ello es el verano, para que empieces pronto a pensar el tono que quieres para tu pieza o living comedor.

Primero, la cantidad de luz solar es mucho mayor. En la temporada estival apreciarás como la luz natural queda en el ambiente.

A eso, suma que en el verano los días son mucho más largos, así podrás terminar en condiciones adecuadas, mientras que la temperatura permite un secado más rápido, así como la calma para pasar la brocha sin apuro.

Si bien nuestro país tiene un clima diverso, en esta época la humedad y el frío disminuye, elementos climáticos que no ayudan a la pintura. El calor del verano permite pasar más capas durante la jornada. Sin embargo, hay que evitar temperaturas excesivamente altas para que no se corte la pintura. Organízate y revisa el tiempo con anticipación.

Con todos estos tips, solo te queda escoger los tonos y las herramientas para que todo salga perfecto. Acá te recordamos para que hagas tu lista en el teléfono.